Selección

Test de Inteligencia, Aptitudes y Personalidad:

En muchos procesos de selección te habrás encontrado o te encontrarás con que, además de la entrevista, tienes que realizar una serie de test psicológicos que te evalúan como profesional y como persona. Estos test se realizan para medir habilidades y aspectos de tu personalidad que más influyen en tu futura adaptación a la empresa y rendimiento. ¿Sabes cuáles son los más habituales y para qué sirven?

Estas pruebas producen gran incertidumbre ya que solemos desconocer el alcance de sus contenidos, cómo y que se evalúa con ellas. Debes tener presente que la importancia de estos test es relativa y son más o menos determinantes en el proceso de selección en función del puesto de trabajo.

Entrevistas por competencia:

«Cada individuo es único e irrepetible». Basándose en esta premisa es que muchas empresas de hoy en día han establecido la Entrevista por Competencias personales -una técnica que predice el futuro a través del pasado- como una de las mejores herramientas para encontrar al talentoso prospecto que buscan ocupe uno los cargos más importantes en su empresa.

Porque ya no se conforman con disponer de personal con conocimientos e inteligencia suficientes para desempeñar su trabajo sino que además quieren que sean multifuncionales y tengan potencial.

Dinámicas de grupo

La dinámica de grupo busca explicar los cambios internos que se producen como resultado de las fuerzas y condiciones que influyen en los grupos como un todo y de cómo reaccionan los integrantes.

La dinámica de grupos refleja el conjunto de fenómenos que interactúan en las relaciones personales,en grupos
Las dinámicas de grupo adquieren un valor específico de diversión que estimula: Emotividad, Creatividad, Dinamismo o Tensión positiva

Pruebas profesionales:

Estas pruebas consisten en realizar una serie de tareas propias del puesto de trabajo que se quiere conseguir.
El trabajador al realizar las pruebas tiene que demostrar todas las competencias adquiridas para desempeñar adecuadamente el puesto de trabajo.
Estas competencias que el trabajador tiene que demostrar tienen que estar referidas tanto a los conocimientos adquiridos a través de la formación que ha recibido (ESO, bachillerato, estudios universitarios…) como a la destreza y habilidades adquiridas con la experiencia.